Eros o Cupido (Amor), no aparece entre los dioses que pueblan las epopeyas de Homero y constituyen una “sociedad de nobles inmortales”. Recién a mediados del siglo VIII a.C., en la obra de otro poeta griego, Hesíodo, adquiere organización y coherencia la comprensión de lo divino, como fundamento de toda realidad. Y es justamente entonces cuando la figura de Eros recibe gran realce, como factor responsable de esa unificación de las fuerzas (DESCARGAR)
BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA HUMANA
Hace 9 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario